jueves, 23 de octubre de 2008

Me fui de vacaciones

Y prometo no volver. Un paseo por la España más España. ¡Ha sido suficiente! Que me perdonen los que se ofendan, no lo digo con esa intención. Pero mi niña, es así como lo siento.

Es bajarme del avión y me empiezan a retumbar las consonantes en la cabeza. Y luego están todos esos valores: tradición, unidad, esplendor e historia. No sé chica, pero me pongo de los nervios. Es una sensación constante de inquietud... Reconozco que al ratito se suaviza (¿lo ves? dos z seguidas. ¿No te digo?). Pero nunca acaba de irse. Sólo cuando vuelvo al aeropuerto a subirme al avión pa' casa me empieso a sentir mejor.

Toda esa Castilla-La Mancha, Castilla la Vieja y la Nueva. España concentrada. Cochinillo, cordero y buitres negros. Mazapán, damasquinados y armaduras. Conventos, embalses y vías de tren. Y es que siento que no tengo nada en común con esa parte del planeta. Para bien o para mal siento que en Montevideo, incluso en Asila, hay más de mi historia y mi cultura que en Toledo o Trujillo.

Otra cosa esmpiesa 100 kilómetros más allá, al oeste, pasada la frontera. Hasta el aire huele diferente en Portugal...