martes, 12 de mayo de 2009

Mis tesoritos

¡Ay mis tesoritos! Este mes dos de ellos cumplen años. ¿Qué sería de mí hoy sin ellos, sin nuestro pasado común? ¿Qué haría yo sin sus referencias?

Pues mira mi niña, toda la vida atareadas por conseguir una mejor vida, interior, mirando las unas por las otras, exterior, luchando por los progresos. Hoy quiero agradecer que estén ahí, que me hayan ayudado tanto. Agradecerles la ayuda explícita, de la que son conscientes y también la que me han prestado sin saberlo, sólo por estar ahí. Siempre ahí.

Queridos tesoros míos, queridísimas. Hoy levanto mi copa (sí, esa que en estos días está demasiado vacía y demasiado tiempo en alto intentando escapar de mí misma, pero no por eso menos agradecida y orgullosa), hoy levanto mi copa en sincera y humilde señal de agradecimiento. Agradecimiento y alegría por poder contar con ustedes para arreglar un día malo, para celebrar uno bueno. Para contar un chisme, para comentar la novela, para aceptar un novio y para "mandarlo al guano". Para elegir el color de la pared o del pelo y el alto de la falda. Para resolver alguna duda del alma y el corazón, para aplacar la angustia y para renovar las ilusiones...

Va por ustedes, piezas imprescindibles e insustituibles de mi vida.