Es lo que les falta. En este goteo de transgresiones retrógradas, a estos asesinos del progreso, la diversidad, la justicia social y la verdad, sólo les falta asesinar el Carnaval.
Poquito a poco han ido llevándonos a los años 30 y mientras, en los juzgados, la mitad de ellos. Unos escapan por los pelos y a los otros nunca les llega la hora.
Pues ¿sabes lo que te digo nena? que yo no puedo hacer nada salvo aprender a hacer cócteles molotov, y sentarme a esperar.
Lo digo por lo que pueda pasar.
Por cierto, conocí el viernes a una rubia monísima que te iba a encantar. Nos vemos en el gimnasio, guapa.